SALSA
11/06/18. SALSA Allà estaba yo en aquella cola infinita en el paÃs de las infinitas colas, sudando la gota gorda bajo un sol inmisericorde, con los ojos clavados en los enormes glúteos de la mulata que tenÃa delante. Subida en unas exageradas plataformas de cuerda de pita, el tanga leopardo apenas se intuÃa detrás de aquellos tersos globos que parecÃan a punto de explotar. Ella hacÃa como que hablaba con su amanerado acompañante y yo hacÃa lo propio con la mÃa, pero cuando vinimos a darnos cuenta estábamos haciéndonos carantoñas en las aguas tibias de la piscina pública. Esa misma tarde mis amigos y yo tenÃamos programado iniciar un viaje para dar la vuelta a la is