MATUTERAS










Renfe Series 140 de locomotoras de vapor - Ferropedia

                                                                                                                                                                          07/06/20.
MATUTERAS

            Aunque los caminos de la inspiración son un misterio insondable, creo que cierro hoy el ciclo de relatos dedicados a mis ancestros serranos. He podido sentir este retiro obligatorio como una oportunidad de oro para dar salida a esos sentimientos incrustados en las entrañas, que llevaban años reclamando atención para manifestarse. Buscar la palabra adecuada, hilvanar la frase perfecta, repasar mil veces cada párrafo hasta condensar al máximo el mensaje y conseguir que lo imaginado coincida lo más posible con lo escrito es, un ejercicio de creatividad que me produce una emoción infinita, una satisfacción plena, un éxtasis incomparable y único.    
            Conservo nítida la imagen de aquellas señoras, aunque era muy niño. Luto riguroso. Babuchas, medias, faldas, fajas, blusas, pañuelos y velos negros. Iban a la frontera con la colonia y hacían acopio de los productos típicos del  estraperlo, a veces por encargo. Jabón de olor, perfumes, libras de tabaco, cartones de cigarrillos, café, mantequilla, queso, pan blanco, azúcar, todo era bienvenido en aquellos tiempos miserables del racionamiento. Regresaban en el tren corto de la tarde y distribuían su mercancía por las estaciones de la serranía. Inolvidables los cruces con ellas en los estrechos pasillos de aquellos vagones de madera. Sus grandes culos forrados repellaban mi cara contra la pared durante interminables momentos. Acababa anestesiado. Desde entonces tengo claro que la higiene corporal no era una prioridad.
            Estas valientes mujeres eran en su mayoría viudas o tenían su marido preso y se exponían a diario para sacar adelante su prole, para sobrevivir. La sutil connivencia con las autoridades se podía romper en cualquier instante, ante una interesada denuncia o un chivatazo, lo que las hacía vivir en un difícil equilibrio pese a que, desde el maquinista a la benemérita, todos pillaban parte del contrabando.
            Va por ellas.
           



Comentarios

  1. A mis casi setenta años acabo de conocer la palabra "matute", que no el concepto.
    Gracias, maestro.

    ResponderEliminar
  2. Ocupaciones, aunque muchas casi imprescindibles, siempre arriesgadas en una posguerra más que indeseable.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por tus recuerdos tan bien narrados.

    ResponderEliminar
  4. A través de tus vivencias, aprendemos muchísimo la situación de aquellos años, se hace corto, por favor, sigue escribiendo. Muchas gracias

    ResponderEliminar
  5. Preciosa serie de relatos serranos, Antonio. Delicatessen dominical. Gracias

    ResponderEliminar
  6. La lucha por la supervivencia!!..gracias.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

SEGUNDAS OPORTUNIDADES

GRACIAS

LA COLECCIÓN