SHALOM
SHALOM
Cuando
Ronald Reagan y Margaret Thatcher desregularizaron los mercados en la década de
los 70, no podían imaginar la repercusión planetaria que esta drástica medida
económica iba a tener. Pusieron alas a un neoliberalismo que desde entonces no
ha parado de crecer, va copando gobiernos y generando un salvaje capitalismo
financiero que, a su vez, va acaparando todas las áreas del poder fáctico. Y
con la que está cayendo, cada día nos queda más claro que en esa élite
financiera que gobierna el mundo, el capital judío ocupa un lugar prominente.
Una
prueba de ello es que, ni gobernando los demócratas ni los republicanos, EE.UU.
ha dado luz verde a alguna de las resoluciones de las Naciones Unidas contra el
estado de Israel, las ha vetado siempre. Podríamos decir que Israel es una
suerte de estado número 51 de la Unión, pero nos quedaríamos cortos: mantienen
el teatro de dos estados soberanos, aunque los dos están tutelados por la
mencionada élite financiera en la que el peso de los Rothschild, Rockefeller y
Cía es evidente y determinante. Solo así se explicaría lo que está pasando.
No
se puede entender de otra manera la increíble pasividad mundial ante el primer
holocausto de la historia televisado en directo. El mundo entero se ha puesto
de perfil ante esta matanza de civiles desarmados en una contienda
absolutamente desigual, entre un ejército armado con la tecnología más moderna
y una población inerme. Especialmente bochornosa la neutralidad de una Europa
que reaccionó como un resorte ante la agresión rusa a Ucrania: se activó con
urgencia la diplomacia, se cortó el comercio con Rusia, se bloquearon las
cuentas rusas y se les puso alfombra roja a los ucranianos que quisieron
exiliarse. Nada de eso ha ocurrido con los palestinos. ¿Por qué, a qué se debe
esta pasividad internacional ante este atroz genocidio? La única respuesta
posible a estas interrogantes está en el miedo al infinito poder del capital
judío.
Como
se ha dicho, la aceleración de la globalización producida por la liberalización
de los mercados y el auge del neoliberalismo están produciendo una jet
financiera que rige actualmente el destino del planeta. Los gobiernos gobiernan
cada día menos, el margen de maniobra de los estados es cada día menor. Este
nuevo orden mundial oligárquico está ya en marcha y es el que da su visto bueno
para que Israel invada impunemente y destruya lo que queda de Palestina.
Y
es este nuevo orden internacional financiero el que ha creado las condiciones
necesarias para que un narcisista que practica la egolatría desde que se
conoció, presida la rama menos evolucionada de la Humanidad y dirija el imperio
que gobierna el mundo. Una criatura sin luces capaz de hacer que la presidenta
de la Comisión Europea vaya a un campo de golf a rendirle pleitesía, que 20
líderes políticos desfilen sumisamente ante su trono y acepten sus tirones de
orejas o de diseñar un plan de reconstrucción de Gaza para convertirla en un
resort de lujo bajo su mandato. No es casual que esta patética marioneta haya
llegado al poder en estos momentos, ya que es el personaje ideal para ejecutar
al dictado las políticas de sus todopoderosos amos.
En
estas reflexiones sobre Palestina no se puede ir de rositas la corona inglesa que,
con la margarita en la mano, finalmente ni a árabes ni a franceses, decidió
unilateralmente vender los territorios palestinos al capital judío, una
perversa decisión que condenó a abandonar sus ancestrales hogares a cientos de
miles de palestinos y a depender en Gaza y Cisjordania del capricho judío, hoy
te corto el agua, mañana la luz, pasado protejo con el ejército los nuevos
asentamientos de los colonos. Ignoramos cuánto cobraron los británicos por la
Declaración de Balfour de 1917(**), pero sabemos que pusieron la semilla y, por
tanto, son corresponsables de lo que ha estado sucediendo desde 1948 hasta hoy.
Tarjeta anaranjada para ese sector frívolo de los humanos que se alimenta de los
cotilleos aristocráticos glamurosos de dinastías monárquicas como la inglesa,
la española, la holandesa o la belga responsables de auténticos genocidios en
Australia, América o África. Grandes producciones cinematográficas y series de
televisión están hechas con el propósito de blanquear el fondo: la corona
británica es corresponsable del holocausto palestino. Que no se nos olvide.
Por
último, el gobierno español, el más osado y progresista de Occidente, muy a
destiempo y más por la presión de la calle que por convicción, ha tomado 9
mediditas que no le han hecho ni cosquillas al estado sionista. Tenemos 3 bazas
de peso que el PSOE no ha querido jugar con este sionismo extremadamente
violento. La embajadora sigue en Madrid, qué más tiene que hacer Israel para
que sea expulsada. Después de decidir por fin no venderle más armas, dejamos
que las superfortalezas B52 cargadas de bombas paren y reposten en Rota y
Morón. Por qué no aprovechar el momento para decirle al sheriff imperial que
tiene 3 o 5 años para desmantelar las bases americanas en territorio español. Y
en los deportes, tan difícil es negarse a que los equipos israelíes jueguen
aquí, no sería también un momento oportuno para quitarles el privilegio de
participar en las competiciones europeas a un país asiático.
Decía
Iñaki Gabilondo, con el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Información
repleta de futuros periodistas, que ante el panorama mundial actual es
pesimista y que no ve en el horizonte señales que le permitan cambiar de
opinión. Ante una evidente regresión de los Derechos Humanos y un claro deterioro
de la calidad democrática, les decía Iñaki a los jóvenes estudiantes, la
pregunta clave no es qué está pasando, lo realmente importante es qué vais a
hacer vosotros.
Pues
eso. Qué vamos a hacer. Llevamos milenios guerreando y el resultado es siempre
el mismo: más guerras, en todo conflicto el malo siempre es el otro. Quizás
esta coyuntura histórica suponga un buen momento para soltar las inercias
adquiridas a lo largo de siglos que dan lugar a repeticiones cíclicas de las
mismas conductas. Quizás nos haya llegado el momento a la Humanidad de cambiar de
paradigma, de variar la estrategia, de mirar con otros ojos…
(*) La habitación del agua, de la
magnífica exposición de Aurelio Díaz Buly en el Museo de Nerja, que podemos
disfrutar hasta el domingo 16 de noviembre.
(**) Declaración de Bolfour (1917),
Wikipedia. Según este compromiso del gobierno inglés, cuando en 1947 la
Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la partición de Palestina en dos
estados (Resolución 181), el apátrida pueblo judío llevaba una ventaja de 30
años preparando estrategias, ejército, policía y armas.
Se deduce que hay que salirse y que cambiar de todo. Sacar a España de Onu, Otan, Ue. Cambiar de bloque a España y apostar por Brics con China, Rusia, India, Sudáfrica, Cuba o Venezuela. Seguir pendiente de Eurovisión, de a quién le dan el Nóbel y a quién los Princesa de Asturias, es seguir jugando a lo mismo. Y el cambio será, si es, material, tangible y global. Religiones o espíritus personales no tienen nada que hacer aquí.
ResponderEliminarGracias, Antonio por la magnifica reflexión y la incorporacion en ella de la Declaración De Borfoul. Hoy, justamente unas horas despues de leer esto, ha habido en Madrid un concentracion frente a la embajada britanica. Respecto a la reflexión pesimista de Iñaki en la Facultad , yo quiero decir que no comparto esta respetabilisima opinión. Haber estado tan activa en los dos ultimos años en la defensa del pueblo palestino a vivir en una paz justa y con dignidad y contra el genocido me ha permitido ver, sentir , pensar que hay cientos de miles, o millones de personas jovenes implicadas en la defensa de este derecho . Ello es un subidon de esperanza para una mujer mayor, que es lo que yo soy. Es dificil, muy , muy dificil, pero juntxs podemos seguir construyendo esperanza . Salud y abrazos
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